Un informe elaborado por la Unidad de Género y Economía (UGE) del Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires revela el impacto desproporcionado de la crisis económica y las políticas de ajuste del Gobierno nacional en el empleo femenino.
Durante el tercer trimestre de 2024, la tasa de desocupación entre las mujeres alcanzó el 9,7%, superando en 2,3 puntos porcentuales a la de los varones (7,4%). Además, la tasa de empleo femenina se situó en un preocupante 47,2%, muy por debajo del 66,1% registrado entre los hombres, evidenciando una brecha de género de 18,8 puntos en el empleo y de 5,3 en la subocupación.
La situación es particularmente crítica para las mujeres jóvenes (14-29 años), quienes experimentaron un aumento de 4,8 puntos en el desempleo y una caída de 1,2 puntos en la tasa de empleo interanual. En ese sentido, el informe advierte que «el costo del ajuste recae principalmente sobre las personas más vulnerables, y en el mercado laboral, esas personas son en su mayoría mujeres».
Además, las tasas de actividad de varones y mujeres en la Provincia de Buenos Aires superaron a las del resto de Argentina. Por el contrario, la tasa de empleo en ambos grupos es más alta en el resto del país.
Por su parte, las tasas de desocupación y subocupación fueron más altas entre las y los bonaerenses. Las brechas de género en actividad, empleo, desocupación y subocupación fueron más altas en PBA que en el resto del país.
La directora de la UGE, Laura Lombardía, señala que las crisis económicas exacerban las desigualdades de género preexistentes, ya que las mujeres suelen concentrarse en sectores más precarios y con menor protección laboral. «Los estudios con enfoque de género evidencian un patrón claro: en estos escenarios, las mujeres son las principales afectadas por la contracción de la actividad económica, el deterioro del empleo y el crecimiento del desempleo», afirmó Lombardía.
Ante este panorama, muchas mujeres se ven obligadas a recurrir al pluriempleo (dos o más trabajos a la vez) como estrategia de supervivencia. Y al respecto, el informe indica que el 14% de las trabajadoras tienen más de un empleo, un aumento interanual de 0,8 puntos, frente al 10,9% del total de trabajadores.
Asimismo, la informalidad laboral también afecta desproporcionadamente a las mujeres, alcanzando el 38,3% del total de asalariados (un aumento de 2,1 puntos en un año), pero llegando al 42.9% entre las mujeres. Entre las jóvenes, la informalidad se disparó 10,7 puntos porcentuales.
Finalmente, el informe destaca una importante reducción en el promedio de horas semanales trabajadas, que impacta negativamente en los ingresos y la estabilidad laboral, afectando especialmente a las mujeres jóvenes, con una reducción de 1 hora y 53 minutos.
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