Rafael De Francesco, referente de La Libertad Avanza en Hurlingham y señalado como el histórico «cobrador» de multas del municipio, cedió a las presiones del PRO para mantener su control sobre el sistema de infracciones. La maniobra incluyó sacrificar el cargo de su sobrina en el PAMI local, un movimiento que, según un allegado, fue una extorsión pura: “Lo apretaron con sacarle las multas si no entregaba el PAMI. Tuvo que entregar hasta a su sobrina para salvar la caja”, señaló un dirigente local de la oposición.

Semanas atrás, el Municipio impulsó un nuevo sistema de faltas para transparentar el cobro, pero el PRO frenó su tratamiento en el Concejo, aumentando la presión sobre De Francesco. “Si no entregaba el PAMI, lo dejaban caer. Es un chantaje político”, afirmó otro dirigente cercano.

Es que el PRO, que tiene los votos que De Francesco necesita en el Concejo Deliberante para evitar su destitución, aprovechó su debilidad y le exigió la jefatura del PAMI local al libertario.

Con un historial político camaleónico y años de señalamientos por maniobras con multas, De Francesco enfrenta un escenario límite: o negocia con el PRO, o arriesga su destitución.