Tras el devastador temporal que azotó Bahía Blanca, dejando al menos 16 muertos y miles de damnificados, el gobernador Axel Kicillof y el Gobierno Nacional se enfrentan por el enfoque de la reconstrucción. Las lluvias récord causaron estragos en la infraestructura, viviendas y accesos de la ciudad, con daños que el intendente Federico Susbielles califica como “infinitos”.

El Gobierno nacional anunció una ayuda económica de $10.000 millones, pero Susbielles considera que se necesitarán al menos $400.000 millones para cubrir las pérdidas. “Nos enteramos del aporte a través de redes sociales”, comentó el intendente, criticando la falta de coordinación. Kicillof, por su parte, destacó la importancia del Estado en momentos de crisis, subrayando que la tragedia evidenció la solidaridad y el trabajo conjunto de la provincia, el municipio y la sociedad.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, expresó que la reconstrucción será un esfuerzo conjunto entre la Nación y las autoridades locales, aunque reafirmó que el plan principal debe ser elaborado entre el municipio y la provincia. Mientras tanto, la ciudad se enfrenta a una recuperación lenta, con infraestructura crucial como el canal Maldonado y varios accesos destruidos, mientras se intensifica el debate sobre la cantidad de recursos necesarios para la reconstrucción.