El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, acusó a sectores del kirchnerismo de estar detrás de los disturbios ocurridos durante la marcha de los jubilados frente al Congreso, calificándolos como un intento de «golpe de Estado». En una entrevista radial, vinculó a La Cámpora y a «los movimientos políticos que gobernaron las últimas décadas» con los enfrentamientos, aunque no presentó pruebas concretas. Mientras el Gobierno justifica la represión, organismos de derechos humanos denunciaron el uso excesivo de la fuerza y la agresión a manifestantes y periodistas.

Francos también cuestionó la decisión de la jueza Karina Andrade, quien liberó a más de 100 detenidos tras los incidentes. Según el funcionario, el fallo judicial impide combatir la «violencia organizada» y reclamó mayor dureza en la aplicación de la ley. La represión dejó decenas de heridos, incluyendo al fotoperiodista Pablo Grillo, quien permanece en grave estado tras ser impactado por un proyectil policial. Mientras el Gobierno endurece su discurso, crecen las críticas por la criminalización de la protesta social.