Según Edgardo Volosín, presidente de Edenor, la temperatura que alcanzará los 36 grados en algunas regiones del país será suficiente para generar un gran estrés en la red eléctrica. Sin embargo, el mayor desafío no solo es la cantidad de energía que se consume, sino cómo se distribuye el uso de la electricidad, con un aumento significativo en el encendido simultáneo de aires acondicionados, incluso en espacios vacíos, lo que puede llegar a representar hasta el 25% del consumo total.

Volosín también destacó los problemas estructurales del sistema eléctrico argentino, que enfrenta décadas de falta de inversión. El 40% de las instalaciones están al final de su vida útil, lo que agrava la vulnerabilidad de la red ante aumentos de demanda.

Para mitigar el riesgo de colapsar la red, el ejecutivo explicó que una de las soluciones será la importación de energía desde países vecinos, como Brasil, Chile, Uruguay y Bolivia. el aspecto técnico y no político, por lo que no se prevén inconvenientes diplomáticos.

Este jueves 16 de enero, la demanda energética podría alcanzar niveles récord, y en ese caso pondrá a prueba la capacidad de la red. Las medidas de contingencia, como la importación de energía, serán clave para evitar cortes de luz, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que concentra el 40% del consumo eléctrico nacional.

Volosín instó a los usuarios a hacer un uso racional de la energía, advirtiendo que la cooperación de todos será crucial para evitar el colapso del sistema eléctrico durante este verano extremadamente caluroso.